Disney, el intocable.

Hoy he compartido en mi página de Facebook un vídeo en el que se señalaban ciertas películas de Disney y cómo ayudan a promover la idea del amor romántico: Renunciar a todo por amor; el amor puede con cualquier cosa; el chico perfecto existe, etc… lo que al parecer, ha sido un grave error.

Una persona ha comentado, altamente ofendida, cómo Disney era gran parte de su infancia y ella había sido siempre consciente de que una película es tan sólo una película (¿Estás tan segura de ello?) y que ellas no marcaban las pautas de su comportamiento.

En primer lugar, si como yo eres un bebé de los 90s, querida, dudo que con 3, 6 u 8  años seas capaz de diferenciar que una película es una «simple película» (tema en el que entraré más adelante) y que no influyan en tu corportamiento en absoluto. Dime, ¿Jamás has soñado ser una de esas princesas Disney? ¿Nunca has jugado mientras te dabas un baño a que tú eras Ariel y tu juguete el pez que la acompaña? Perdoname que sea un tanto escéptica y lo dude mucho…

En segundo lugar, una película o un libro (que en este caso es lo mismo al proceder de historias que eran relatadas de generación en generación y luego fueron recopiladas en un libro por los hermanos Grimm), nunca es sólo eso. Quiza, cuando somos pequeños, es todo lo que llegamos a captar cuando vemos una película o leemos un libro. Pero, poco a poco, vas adentrándote un poco más y vas viendo que detrás de la cortina de humo de un vestido bonito o la descripción de un personaje hay mucho más. Hay símbolos que esconden ideologías, moral, críticas, política…

En el caso específico de Disney, no podría estar más cargado de moralidad americana -en la que endulza cuentos que de otra forma no tienen finales tan felices como los que la factoría nos ha vendido a lo largo de los años-. Y machismo, machismo en dosis extremadamente altas. Princesas que cumplen con los estereotipos de belleza, cuya meta en la vida es la de casarse, viven por y para el amor, se enamoran a primera vista y lo dejan todo por el ser amado.

Con esto no digo que no disfrutes de las películas, porque nada podría estar más alejado de la realidad. Disfrútalas, claro que sí, pero quítate la venda de los ojos y míralas por lo que son, no sólo como a ti te conviene que sean.

Finales

Ya están hablando de final de año, ya se escucha a la gente valorar este 2016… pero yo me niego. Dejadme disfrutar un poquito más, dejadme saborear lo que aún me falta por vivir. Que pase esa tarta de cumpleaños, dejadme vivir el estrés de trabajos acumulados, libros por leer o el no ver el fin de una clase interminable.

No, yo aún no me despido del 2016…

 

…ni de ti.

Esos maravillosos Ventitantos

Esos maravillosos ventitantos. Años de juventud, de universidad, de encontrar amigos que quizá sean para toda la vida, de vivir aventuras, de practicar para ser adulto.

Y aquí es cuando, mientras practicas ser adulto, algo se tuerce. Al menos en la España de 2016, donde los contratos «en prueba» pueden alargarse hasta un año, donde hacer contratos dos por uno está a la orden del día. Contratos basura que engordan las listas de personas que consiguen trabajo, pero que la triste realidad es que ese trabajo no te da para vivir. No cubre ni siquiera el alquiler de un piso. Trabajas por un sueldo mísero, en un rol que no se ajusta a tus responsabilidades de ninguna de las maneras y encima, da las gracias. No te quejes, que al menos tienes un trabajo.

¿Desde hace cuánto que nos hemos dejado manipular de esta forma? ¿Dónde quedaron los trabajos y sueldos dignos?

 

A new beginning…

 The beginning of something new is always something scary and exciting at the same time. I’ve been wanting to write a blog post for a long, long time but I’ve been putting it aside and finding more excuses than reason to start it.

So that’s it, maybe nothing spectacular to start with but is a beginning and there is always something nice about them, no matter how small they are.

This will be a space for creativity and very few labels of what’s going to be on.

Just sit back, relax and enjoy!

 

D.